La familia Catena inicia su segunda centuria como productora de vinos en Mendoza, Argentina. El viñedo Adrianna, situado a una altura de casi 1.500 msnm, lleva el nombre de la hija menor de Nicolás Catena Zapata. Los suelos de esta parcela, están compuestos por carbonato de calcio y fósiles marinos que cubrieran la región millones de años atrás. Las capas calcáreas proporcionan un buen drenaje y son ricas en rizo bacterias, los microorganismos que ayudan a la raíz de la vid a soportar el stress y absorber las nutrientes. De allí, el término“mundus bacillus terrae” o “elegantes microbios de la tierra”.