En términos generales, la estación de crecimiento durante el año 2007 se caracterizó por temperaturas diurnas más cálidas de lo usual (1,8º C por encima de lo habitual) y por temperaturas nocturnas también más frescas (1º C por debajo de las temperaturas promedio habituales). El nivel de humedad relativa a lo largo del año también aumentó. El día16 de febrero, la temperatura nocturna en la provincia de Mendoza descendió bruscamente hasta alcanzar entre 2 y 3 º C. Esto provocó un shock hormonal en las plantas, marcando el inicio del ciclo otoñal y acelerando significativamente el proceso de maduración. Este fenómeno, sumado al aumento de las temperaturas a lo largo el año, incidió en el período cosecha, que se adelantó entre 14 y 30 días, según las zonas. Durante la estación de crecimiento hubo además un incremento en la cantidad de lluvias y tormentas de granizo. A causa de las precipitaciones, que comenzaron el 24 de marzo, las uvas que ya habían sido cosechadas y transportadas hasta la Bodega , presentaron excelentes niveles de calidad y concentración. Para esta fecha, ya se habían cosechado todas las variedades blancas y los lotes de rendimientos bajos.
Algunos lotes de los viñedos de Catena Zapata de las zonas altas no se cosecharon; se dejó que la uva se recuperase de los efectos de las lluvias y que continuase normalmente su proceso de maduración.
Las bajas temperaturas de estas zonas, junto a los trabajos previos de stress hídrico y remoción de hojas, permitieron que estos lotes alcanzasen una excelente madurez, con óptimas condiciones sanitarias, cosechándose recién al final de la época de vendimia.
Como parte del constante programa de Investigación y Desarrollo de la Bodega, durante el año 2007 se llevó a cabo una amplio proyecto de experimentación teniendo en cuenta los siguientes factores: rendimientos bajos, superficie de la canopia y duración del ciclo de maduración. Es una verdad casi universal dentro de la viticultura que los rendimientos bajos permiten la obtención de mayor concentración de aromas y sabores. Sin embargo, muy pocas veces se tiene en cuenta su efecto dentro del proceso general de maduración. De hecho, si los rendimientos no se manejan correctamente, los rendimientos bajos no necesariamente conllevarán a mejor calidad en la fruta. En estos últimos años, Laura Catena y el equipo de Investigación y Desarrollo de Catena Zapata, han llevado a cabo importantes experimentos sobre el manejo de cada lote en particular, a fin de maximizar las bondades de los bajos rendimientos. Uno de los primeros descubrimientos ha sido que cuando la superficie de la canopia se mantiene constante, los rendimientos bajos permiten acelerar significativamente el proceso de maduración.
La canopia (la cantidad total de hojas) puede pensarse en términos de motor de un viñedo, que a través de la fotosíntesis, produce nutrientes alimentando los granos para que alcancen su madurez. Al disminuir el número de granos receptores (rendimiento bajo del viñedo), cada grano de uva recibe mayor cantidad de nutrientes, acelerando el proceso de maduración.
A su vez, un ciclo de maduración más corto, se traduce en acumulación de importantes contenidos polifenólicos de aroma, color y sabor, balanceando potencialmente el aumento de concentración buscado a partir de rendimientos bajos. Se llevaron a cabo experimentos específicos para descubrir cuándo y cómo se inicia el proceso de acumulación de polifenoles. Estos ensayos se focalizaron en el comportamiento del etileno, hormona natural de la planta, que dispara el proceso de maduración y de producción de polifenoles. Se llegó a la conclusión de que una administración inteligente del agua en miras a inducir una pequeña cantidad de stress hídrico antes de la floración, puede realmente activar el desarrollo de etileno y la acumulación temprana de polifenoles durante el ciclo vegetativo. Esto permite la acumulación de polifenoles a pesar de los rendimientos de baja producción. Un moderado stress hídrico previo a la floración, en combinación con rendimientos realmente bajos, permite obtener cosechas más tempranas, con resultados iniciales que muestran un significativo incremento del nivel de concentración de polifenoles. Este es el modelo que se ha implementado en los mejores lotes de los viñedos de la familia Catena Zapata.
Este viñedo, el más alto de Mendoza, también se cosechó antes de lo usual. Si bien las refrescantes lluvias de fines de noviembre contrarrestaron las cálidas temperaturas diurnas, los meses restantes de diciembre, enero y febrero fueron meses muy secos. El impacto de las bajas temperaturas nocturnas durante febrero aceleró nuevamente el ciclo de maduración, por lo cual la cosecha de Malbec comenzó el 16 de marzo, casi un mes antes de lo habitual. Los lotes restantes de Malbec se cosecharon el 20 de marzo y el 2 de abril. La fruta obtenida presenta gran concentración de sabores y excelente calidad tánica. La cosecha de Cabernet Sauvignon comenzó el 2 de abril, aproximadamente dos semanas antes de lo usual. Los lotes restantes se cosecharon más tarde, el día 9 de abril. Al igual que en el Viñedo Altamira en La Consulta, algunos lotes de Cabernet Sauvignon y Malbec no se cosecharon; se esperó a que se recuperasen de las lluvias de principios de abril. Con similares características de suelo - suelos arenosos de buen drenaje - , temperaturas marcadamente bajas y trabajos previos de remoción de hojas y restricción inteligente del agua, se logró que estos lotes pudiesen alcanzar su madurez , en forma completa y gradual. El 27 de abril se efectuó una segunda etapa de cosecha, extendiéndose hasta el 4 de mayo. El último Cabernet Sauvignon, cosechado el 30 de abril, presentó un delicioso perfil aromático de casis maduro. El Malbec, cosechado el 4 de mayo, otorgó el mismo espectro frutal de aromas propio de este viñedo, pero con mayor concentración de polifenoles.
VIÑEDO LA PIRÁMIDE - Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza, 950 m s/n marEl 9 de febrero una fuerte tormenta de granizo afectó las zonas de Agrelo y Perdriel. Si bien en este viñedo hubo un lote de Chardonnay que sufrió leves daños, afortunadamente, las redes antigranizo del lote 3 de Cabernet Sauvignon, salvaron la fruta de este Cabernet de 25 años, que habitualmente se destina al corte del vino Nicolás Catena Zapata. Al igual que el Viñedo Angélica, este viñedo se cosechó aproximadamente dos semanas antes de lo usual. El 24 de marzo hubieron nuevas precipitaciones. Afortunadamente, para esta fecha ya se había cosechado todo del Malbec de este viñedo y los lotes más importantes de Cabernet. El adelanto de la cosecha permitió obtener excelentes niveles de calidad, superiores a añadas previas. No obstante, algunos lotes de Cabernet Sauvignon no se cosecharon antes del 24 de marzo y por ende se clasificaron aparte. Estos lotes no se destinaron a la elaboración de los vinos Catena Zapata, por falta de concentración.
Conforme a las condiciones climáticas arriba mencionadas, el Malbec de este viñedo de 70 años, se cosechó durante la primera quincena de marzo, es decir aproximadamente dos semanas antes de lo habitual. La combinación de rendimientos bajos con una cosecha más temprana, se tradujo en una calidad excepcional en este viñedo, superior a la de años anteriores, con texturas suaves y excelente densidad.
VIÑEDO DOMINGO - Villa Bastías, Tupungato, Uco Valley, Mendoza, 3675 m s/n marSiguiendo el mismo patrón del resto de la provincia, en este viñedo también se adelantó el proceso de maduración; de hecho, se lo cosechó aproximadamente 10 días antes del promedio histórico. Algunas lluvias hacia fines de noviembre y luego, a principios de febrero, amalgamaron las altas temperaturas diurnas con su efecto refrescante. El Chardonnay se cosechó el 24 de febrero, obteniendo marcados aromas cítricos y una excelente acidez. El Cabernet Sauvignon se cosechó el mismo día, con impecables taninos y una remarcable intensidad aromática.
VIÑEDO NICASIA: Malbec - Altamira, San Carlos, Mendoza, 900 m s/n marLos máximas temperaturas diurnas fueron más altas de lo habitual; lo mismo sucedió con las noches, excepcionalmente frescas. Las escasas lluvias a fines de noviembre proporcionaron días más frescos. Las frías noches, a su vez, aceleraron la cosecha. Estos lotes de bajo rendimiento, cosechados el 12 de marzo, otorgaron uvas de intensos aromas florales a violetas y deliciosos y pronunciados sabores a frutos negros. Si bien hubieron algunas precipitaciones el 14 de marzo, los suelos arenosos de este viñedo, de excelente drenaje, permitieron que el Malbec restante pudiese ser cosechado después, en perfectas condiciones de sanidad, el día 20 de marzo. Los primeros lotes de Cabernet se cosecharon el 28 de marzo, con pronunciados sabores a casis maduro y taninos bien estructurados. Los lotes restantes se cosecharon recién el 6 de abril. El 10 de abril hubieron nuevas precipitaciones; se esperó a que ciertos lotes de Cabernet Sauvignon y Malbec se recuperarán de las lluvias. Los suelos arenosos con buen drenaje y las frescas temperaturas en este viñedo, junto a las tareas previas de remoción de hojas y restricción inteligente del agua, permitieron que estos lotes de Cabernet y Malbec se recuperasen perfectamente de la humedad. La cosecha se retomó el 26 de abril, extendiéndose hasta el 2 de mayo, con excelentes resultados sanitarios en la fruta. El Malbec de esta segunda etapa de cosecha presentó un perfil aromático de frutas rojas y mermelada de ciruela y frutilla, mientras que los últimos lotes de Cabernet Sauvignon otorgaron aromas y sabores de grosellas con mayor concentración de taninos.