100% Chardonnay proveniente del Lote 1 del Viñedo Adrianna, de suelo arenoso. Esta fue la primer cosecha elaborada enteramente con uvas de este alto viñedo. La estación de crecimiento 1999 en el Viñedo Adrianna contó con un clima muy fresco, característico de este viñedo. La temperatura promedio durante el mes previo a la maduración fue de 18.1º C, con noches frías, que alcanzaron un promedio de 11.7º C. Estas condiciones de clima frío otorgaron un Chardonnay con sabores frutales de pera madura y delicadas notas cítricas y florales. Asimismo el clima frío aportó un fuerte carácter mineral y una excelente acidez natural. Este vino puede beberse y disfrutarse ahora, continuando su evolución durante los próximos 5 a 7 años.
El vino Catena Alta es un corte de hileras históricas pertenecientes a los viñedos de la familia Catena. El corte de dichas hileras, al igual que la unión de los sonidos que conforman una sinfonía, da lugar a un vino de gran elegancia e intensidad aromática, expresivo de la tierra y las vides que la familia Catena Zapata ha cultivado durante cuatro generaciones. Los vinos Catena Alta suelen consumirse a partir de los tres años de la cosecha y durante dos décadas más.
Las uvas con que se elabora este vino provienen de una parcela especial del Viñedo Adrianna, el mejor microclima de Chardonnay de Catena, situado a una altura de 1.500 msnm. La amplitud térmica en este viñedo es superior a la del Viñedo La Pirámide, con noches muy frescas durante la etapa de maduración. Históricamente, esta parcela ha otorgado los rendimientos más balanceados y uniformes. Cada año, se realiza un cuidadoso raleo de racimos, dejando únicamente en el viñedo los frutos seleccionados. La cosecha se realiza a tempranas horas de la mañana, prensando los racimos enteros, procediendo directamente a la fermentación en barricas de roble. El vino se añeja durante 14 meses en roble 100% nuevo de la Tonelería Francois Fréres. El resultado es un vino intenso, con frescos sabores frutales y aromas lácticos de la fermentación maloláctica. También se perciben las agradables notas provenientes del roble. De intenso color dorado con reflejos verdosos, la nariz es concentrada, con intensas notas cítricas y de frutos blancos de carozo, entrelazadas con delicados toques de miel y tostado. En boca es un vino suave, redondo y armónico, con excelente equilibrio entre el intenso sabor frutal y las notas de vainilla y especias aportadas por el roble. Este vino solo se produce en años excepcionales.